Thursday, September 24, 2020

EN DEFENSA DE LA RENTA BÁSICA

 


En 2008 presentaba mi Tesis Doctoral en la Universidad de Valencia, tesis que llevaba por título Renta Básica y trabajo y dirigida por la Dra Adela Cortina que fue publicada con el mismo título en 2013 por la Editorial Palibrio. Ya fue sintomático el título, mantenerlo, pero con ello pretendía incidir en el concepto del trabajo y todo lo que significa dicho término en la Política económica del capitalismo. Pero a la vez, no podía olvidar lo que dicho término significaba para el pensamiento marxista clásico y la tergiversación de cierto economicismo de dicho término. En aquella época, las últimas obras del Lukacs (sobre todo en su Estética) ya se atisbaba lo que luego desarrollaría en su Ontología del Ser social al considerar “al trabajo como una de las categorías centrales de la Ontología del ser social”. Con dicha concepción lo que levaba a cabo no era otra cosa que la profundización de la concepción de Marx y Engels.


Pero una cosa es el trabajo como categoría ontológica y otra muy distinta es el trabajo asalariado o empleo que se desarrolla en el capitalismo. Quizás el no distinguir estos términos ha llevado al confusionismo y a la imposibilidad de salir de la “lógica productivista”. Ya en mi tesis discutía con lo dicho. Por que en dicha época (década de los 90) se produjo un debate no sólo en el márxismo sino incluso en los estamentos oficiales que pronosticaban el “fin del trabajo”. Ahora bien detrás de dicho oximorón tan sólo había una realidad: el ataque al pacto keynesiano y la transformación de sus bases. El mismo Ernest Mandel en “Marx, la crise actuelle et l'avenir du travail humain” (Revue Quatrième Internationale nº 20, mai 1986) en su debate con A. Gorz fundamentaba la falsedad de la tesis de que el proletariado iba camino de desaparecer.


Subsidio o Derecho


El “pacto keynesiano” surgido en la postguerra significó el reconocimiento de los derechos sociales y económicos que conllevaría la cogestión económica del sistema. Pacto que se concreta en lo que filosofía política conocemos como Estado del Bienestar que, como dice Francisco Ramos, tiene “tres objetivos: a) la intervención estatal en economía para mantener el pleno empleo; b) la provisión pública de una serie de servicios universales; y c) responsabilidad estatal en el mantenimiento de un nivel mínimo de vida”. En suma el pacto conllevaba el “salario indirecto o diferido”, que permitía conseguir el pleno empleo y daba un colchón a la fuerza de paro ante la posibilidad de un “paro técnico”.


Pacto que iba a romperse de una manera “unilateral”. El Estado de Bienestar va a entrar en crisis y a recibir sus primeras críticas. En 1973 aparece la “crisis del petroleo” que inicia el cambio de paradigma; ya se pide a los trabajadores que rebajen sus postulados. Es el tiempo en el que aparece un nuevo término: la Austeridad; término que por un lado el Eurocomunismo (en particular E. Belinguer) y, por otro, la socialdemocracia alemana ponen en boga, con aquella famosa frase del canciller alemán “apretémonos lo cinturones par poder tener la posiblidad de a la salida de la crisis de recoger las migajas del sistema capitalista. Ahora bien, la historia iba a ser muy distinta ya que en la década de los 80 toman el gobierno en Inglaterra y en EEUU una nueva ideología, que no es otra que la del neoliberalismo. Al grito de “no hay alternativa” comenzaba el asalto al Estado del Bienestar. Había que terminar con los derechos socioeconómicos. Algo que en la década de los noventa se afianzaría con la derrota del stalinismo.



El neoliberalismo comienza con algo fundamental: terminar con el salario diferido. El neoliberalismo se basa en un “darwinismo social” y en un cierto “malthusianismo; ambas se cimentan en una concepción antropológica del hombre que proviene de Hobbes. Lo único que importa es el ndividuo, principalmente el individualismo posesivo; lo que hoy día conocemos como el homo economicus Un individualismo egoista que se basa en sus propios intereses y que “compite” en el mercado. Y aquél que fracasa en dicha competición no debe ser ayudado. De ahí a la criminalización del fracasado no hay más que un paso. Ese individuo que ha recurrido al Estado se convierte en un vago que vive a expensa del esfuerzo de los demás. Esto obstaculiza al libre mercado, lo mismo que todo aquello o aquella sustitución que permite la aparición de una colectividad que ayude a ese individuo. De hecho esta política reduce la sociedad a individuos que han de ser “libres e iguales”. Por conisguiente, los derechos sociales no son naturales (contrariamente a los políticos), tendriamos que volver a lo natural. Ahora bién ¿qué es el salario diferido? Aquello que permitía al obrero un “receso”, un “descanso” entre crisis y crisis para volver a trabajar, a tener un empleo. Pero esto paara el neoliberalismo es hacer trampas al solitario. Un solitario que hace que el “trabajado” vaya con una cierta ventaja al mercado. El neoliberalismo, no podía ser de otra forma si quería triunfar, sube su trampa al altar de la libertad. Y como esta ventaja “no es” natural pues tergiversa la “libertad” del mercado, ha legislado durante estos años para que el contrato que se da en el mercado sea cada vez más libre. Aunque esa “libertad-igualdad” desde el punto de vista de los de abajo sea asimétrica (pero profundizar en esto nos llevaría por otros derroteros distintos a lo que nos permite este artículo.


Y mientras tanto ¿cómo ha reaccionado la izquierda a nivel europeo? ¿qué politica ha llevado a cabo esa izquierda? Y no hablemos del Reino de España, que al salir de una dictadura como la franquista, construye un Estado de Bienestar débil. Los años de retrospectiva nos dan el mapa que podemos sintetizar en lo siguiente: una derechización de las políticas; hasta el punto de aceptar el mismo leguaje utilizado por el neoliberalismo. Ahí queda el “exito” de la Tercera Via (Toni Bair) que hace que el socialismo abrace el socialiberalismo


Es en este contexto como en los 80 la izquierda parlamentaria (en particular el PSF) introduzca la Renta Mínima de Inserción (RMI). La RMI es la salida socialdemócrata al asalto al Estado de Bienestar, llevado a cabo por los gobiernos neoliberales a nivle europeo, y que pretende dar una salida “gestionada” a la aparición de la pobreza en eun momento en que ya se divisiba lo que hoy dia se conoce como exclusión social. La RMI se enmarcaba en la crisis estructural del sistema del último cuarto siglo, ya que la política neoliberal durante estos cuarenta años, ya en el primer tercio del siglo XXI da un paso más en la precarización del trabajo y de la vida.


A partir de los 90 los partidos socialdemócratas y también los conservadores se dedican a propugnar este tipo de subsidio, Las distintas Autonomías del Reino de España han seguido el ejemplo francés instaurado en los 80 y que sigue el modelo de algunos gobierno socialdemócratas de la década anterior.

Las RMI nacen pues para combatir la pobreza (establecida como derecho subjetivo para las personas aquejadas de pobreza extrema y carentes de derecho a percibir una prestación económica que garantizara un mínimo vital). Pero entonces ¿cuáles son las carácterísticas de las RMI? Las podemos sintetizar en las siguientes:

-Se trata de subsidios diferenciales o complementrios que elevan los ingresos propios de las personas a un mínimo establecido por cada CCAA

- Los receptores de dichas ayudas son la unidades familiares o unidades económicas de convivencia

- Requieren la demostración de necesidad y la comprobación de necesidad y medios

- Requieren un período que oscila entre 2 y 3 años de empadronamiento según unas y otras CCAA

- Incorporan de forma expresa los llamados dispositivos de inserción conocidos como los itinerarios o contrato de contraprestación.


Diversos pensadores. Como Daniel Raventós- consideran que las RMI no superan una serie de “trampas” y al final se convierten en meros parches. Quisiera añadir algo: por un lado dicha concepción continua presa de la “lógica productivista” del capitalismo; por otro, confunde trabajo con empleo asalariado, con lo que en última instancia convierten u derecho (derecho a trabajar) en un deber (deber a trabajar) y ponen los fundamentos del workfare.



La lucha por un nuevo derecho: La Renta Básica


Philippe Van Parijs en una entrevista realizada en la Revista Mouvements n.º 73 nos dice que “es la emergencia en proponer una solución al paro que sea ecológicamente responsable” lo que le lleva ya en 1982 al ecologismo y a proponer en este contexto el derecho a la Renta Básica. Y años después en 1988 se publica en Zona Abierta el primer artículo de Van Parijs en España que lleva por título “Una Vía capitalista al comunismo donde nos dice: “Consecuentemente, si se quiere llegar al comunismo desde una sociedad capitalista, ha de hacerse aumentando todo lo posible la renta garantizada en forma de un subsidio universal”. En esta primera definición se le da el nombre de Asignación Universal.


La propuesta aparece para solucionar el problema de la pobreza que conlleva el paro de masas y la posibilidad real de la exclusión. Hay que tener en cuenta también el contexto en que se realiza dicha propuesta. Al comienzo del “Asalto al Estado de Bienestar por parte del neoliberalismo. Por otro lado, la propuesta aparece ante el hecho de que las RMI no superan la “trampa de la pobreza” ya que:


-Las RMI no son un derecho sino un subsidio que se otorga a la familia

- No son un derecho Universal, ya que no todos los ciudadanos pueden beneficiarse del mismo, sino únicamente las familias pobres

- No son incondicionales, ya que su concesión está sujeta al compromiso de inserción en el mercado de trabajo

- Introducen un coste social, en términos de control y un coste económico muy elevado en términos de administración burocrática.



La Renta Básica es un “derecho” de ciudadanía. La Renta Básica “es un ingreso pagado por el Estado a cada miembro de pleno derecho de la sociedad o residente, incluso si no quiere trabajr de forma remunerada, sin tomar en consideración si es rico o pobre, o dicho de otra forma, independientemente de cuáles puedan ser las otras posibles fuentes de renta, sin importar con quien conviva

Partiendo de esta definición podemos afirmar que la Renta Básica si es un derecho qe puede servir para erradicar la pobreza, que nos ayuda a conseguir una libertad real ( yno solamente formal), que nos convierte en autónomos. Es decir, nos ayuda a “no depender de nadie” para vivir. Por tanto puede tener una serie de ventajas : mayor seguridad, una seguridad económica que reside en saberse acreedor de una renta que garantiza las necesidades básicas; mejor distribución de la renta, pues permite una redistribución de la renta más equitativa, mejorando la situación de los más desfavorecidos; y el derecho a la reivindicación, pues da contenido a la movilización social, sobre todo en tiempos de debilidad sindical.


Como conclusión a este derecho social y político una serie de consideraciones: 1) La RB no es una propuesta religiosa como opinan algunos, salida de la Iglesia. Hay que tener en cuenta que el capitalismo se basa en la “ ética del trabajo”. En el frontispicio de “un campo de exterminio nazi” existía la siguiente leyenda: “el trabajo dignifica al hombre”. Tampoco hay que olvidar que el “Hombre nuevo” del estalinismo residía en el trabajo (del Goulag). No quiero profundizar, tan solo afirmar que todo sistema que se base en una “lógica productivista” tiene una concepción antropológica parecida. En última instancia hay que decir que la Renta Básica recoge la antorcha de aquellos revolucionarios com T. Paine o Robespièrre al defender el derecho a la existencia 2) La RB no tiene nada que ver con la teoría del “fin del trabajo” ya que hay que distinguir el trabajo que pertenece a la “esencia genérica” del ser humano de lo que significa el trabajo asalariado. Y la RB sienta los cimientos para romper con la lógica salaria (no para suponer el fin del trabajo) y para conseguir lo que Paul Lafargue defendía en su “Derecho a la pereza”. Pero lo dicho no es posible si la RB no va unida a un programa de política económica y a una de las reivicaciones clásicas del Movimiento Obrero: la Reducción del tiempo de trabajo. Por último, la RB es un instrumento de emancipación para las clases populares. No es un derecho que incite a la vagancia e históricamente ha ocurrido lo contrario en los experimentos realizados. Por ejemplo, en determinadas regiones de la India, donde el experimento consiguió que se acabara con el alcoholismo y el maltrato; al mismo tiempo se consiguió un “modelo cooperativista. Es un instrumento de emancipación ya que aumenta el nivel de negociación e independencia del Movimiento Obrero.


Javier Méndez-Vigo Hernández

Doctor en Filosofía

Articulo publicado en la Revista electrónica Conferencias Blancas de la UNED de Vila-Real Septiembre 2020














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